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Depresión

Entendiendo la depresión y cómo puede ayudarte la psicología

Sobre la depresión

La depresión es mucho más que sentirse triste o tener un mal día. Es un estado profundo de desánimo que puede afectar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos. Quienes la viven suelen describir una sensación de vacío, cansancio emocional o pérdida de interés por cosas que antes les hacían bien. Puede costar levantarse, concentrarse, disfrutar de las relaciones o encontrar motivación para seguir adelante. También puede aparecer un aumento o perdida del apetito y/o peso, insomnio, sentimientos de culpabilidad o inutilidad excesiva y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

Hay diferentes niveles de gravedad de la depresión, los cuales se clasifican como leve, moderada o grave, según la intensidad y el número de síntomas, y el impacto que tienen en la vida diaria. La depresión leve afecta menos la vida diaria, la moderada interfiere significativamente y la grave afecta por completo las actividades diarias, pudiendo incluir síntomas psicóticos o ideación suicida. 

 

A veces, la depresión aparece después de una etapa difícil o una pérdida importante, pero otras veces surge sin un motivo claro. No tiene una sola causa: influyen factores biológicos, psicológicos y sociales. Lo importante es entender que no es culpa tuya, ni una muestra de debilidad. Es una señal de que algo dentro de ti necesita atención y cuidado.

El tratamiento de la depresión busca acompañarte en este proceso de manera segura y respetuosa. En terapia, trabajamos para entender lo que estás sintiendo, darle un sentido a tu experiencia y encontrar nuevas formas de afrontarla.
 Se combinan distintas estrategias según las necesidades de cada persona. Una de las más efectivas es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que ayuda a identificar pensamientos negativos y reemplazarlos por otros más realistas y amables. También se trabajan hábitos saludables, rutinas de autocuidado y técnicas para reconectar con actividades que generen bienestar y propósito.

En algunos casos, la terapia puede complementarse con apoyo médico o farmacológico, siempre desde una mirada integral del bienestar. Lo esencial es que no estás solo/a en este camino y que la depresión tiene tratamiento.

Recuperar la esperanza y las ganas de vivir es posible. Con tiempo, acompañamiento profesional y pequeños pasos sostenidos, puedes volver a sentirte tú mismo/a.

Si estás pasando por un momento difícil, recuerda: pedir apoyo puede ser el primer paso hacia una vida con más luz, calma y sentido.